Episodio 4x12 de Outlander. Providence. Tras las cámaras
Para el guión del episodio 4x12 de Outlander, Providence, volvemos a contar con los comentarios de Toni Graphia, una de las guionistas de la serie. Y por cierto, ¡ya solo queda un episodio para terminar esta cuarta temporada!
Además, en el último episodio, vimos que John Gray le daba a Brianna una carta de su padre, pero Brianna no se decidió a leerla hasta el final del episodio. Ahora su contenido es revelado a Lord John Gray, y sirve para que Brianna le explique por qué debe ver a Stephen Bonnet.
Outlander es una historia épica, y es emocionante escribir en una serie tan grande con decorados y vestuarios fabulosos, multitud de actores y lugares increíbles. Pero la verdadera emoción de un escritor es escribir este tipo de escenas: dos personas en una habitación, simplemente hablando. Escribir para el padre Alexandre y Roger fue casi como escribir una obra de teatro: un diálogo en bruto, cargado de emociones, que llega al corazón de dos personajes que han llevado vidas muy diferentes y, sin embargo, encuentran niveles emocionales en los que pueden conectar. Las palabras del padre Alexandre encuentran un fuerte eco en Roger y su propia situación cuando el sacerdote describe cómo no puede dejar de lado su amor por cierta mujer, a pesar de todos los obstáculos en el camino y lo inconveniente que es.
Cuando esto sucede, Roger tiene un monólogo que los guionistas llamamos "El discurso idiota". Aquí es justo donde vemos cómo la historia del padre Alexandre le ha afectado y su lucha interna respecto a sus sentimientos y su relación con Brianna y los obstáculos que ha tenido que superar. Richard Rankin hizo un trabajo fenomenal en una de sus mejores actuaciones de la serie hasta ahora. Un guionista rara vez tiene la oportunidad de escribir un discurso de esta longitud en televisión, y esta es una de las alegrías de escribir para Outlander.
Al final, nos decidimos por una versión cercana a la del libro, pero agregamos el hecho de que Bonnet no se muestra conmovido o agradecido por el perdón que Brianna le ofrece, si no que incluso se burla de ella. Por eso Brianna se da la vuelta en medio de la escena y carga contra él con sus palabras, dejándose llevar por la ira que siente, haciéndole saber que sin duda pagará un alto precio por lo que ha hecho y que además el niño nunca sabrá de su existencia.
Se dedicó mucha tiempo a discutir las palabras finales de Stephen Bonnet, y si realmente se conmueve con lo que Brianna le dice. Y la parte del llavero, que se cae al suelo durante el caos de la huida de Murtagh, está pensado para plantar la duda de si Stephen Bonnet escapa o no de la explosión de la cárcel.
YO: Aquí os dejo la parte final de la escena, tal como sucede en el libro. Como siempre, os recomiendo encarecidamente que os leáis los libros. Por muy bien que esté la serie (que para mí lo está) es como comparar una tele a color de hace 30 años con realidad virtual). Bueno, a lo que iba, Brianna y Bonnet en Tambores de Otoño:
-¿Qué has dicho? – preguntó Brianna.
-¡Dije que no podemos perder el tiempo! ¿No le has oído decir que las mechas estaban encendidas? —preguntó Bonnet con impaciencia.
-¿Qué mechas?
Vio su mirada y se colocó ante la puerta impidiéndole el paso. El hombre dio un paso atrás y chocó con el banco.
-¿No pensarás matarme?
Bonnet trató de sonreír, pero el pánico asomó a sus ojos. Ella había dicho que descansaría más tranquila después de su muerte.
«La libertad es difícil de conseguir, pero no es fruto del asesinato.» Ahora tenía la libertad en sus manos y no iba a perderla por él.
-No -dijo, sujetando el arma firmemente-, Pero te dispararé en las rodillas y te dejaré aquí si no me dices ahora mismo qué diablos pasa.
Bonnet observó el arma. Si apretaba el gatillo no fallaría. Se encogió de hombros.
-El depósito de arriba está lleno de pólvora -dijo, hablando rápidamente-. No sé cuándo, pero estallará. ¡Salgamos de aquí!
-¿Por qué? -Le sudaban las manos, pero sujetaba el arma con fuerza. El niño se movía para recordarle que ella tampoco tenía mucho tiempo. Pero podía arriesgar un minuto para saber la verdad, por la memoria de John Grey, que estaba tirado en el pasillo-. ¡Mató a un buen hombre y quiero saber por qué!
-¡Contrabando! El sargento y yo éramos socios. Yo le traía productos de contrabando mucho más baratos y él les ponía el sello de la Corona. Casi bailaba de impaciencia.
-Sigue hablando.
-Un soldado, el guardia, estaba haciendo demasiadas preguntas. Murchison no sabía si se lo había contado a alguien, pero no era prudente esperar, menos aún después de que me apresaran. El sargento sacó los barriles de licor y los sustituyó por oíros de trementina. Al incendiarse, nadie podrá decir que no era brandy. Eso es todo. ¡Ahora, déjame salir!
-Muy bien. -Bajó el arma sin dejar de apuntarle-. ¿Y qué pasa con él?
Hizo un gesto hacia el sargento Murchison que comenzaba a despertarse.
-¿Qué pasa con él?
La miró inexpresivo.
-¿No lo vas a llevar contigo?
-No. Mujer, déjame ir y vete tú también. ¡Va a estallar todo!
-¡Pero está vivo! ¡No podemos dejarlo aquí!
Bonnet la miró con exasperación; cruzó la habitación en dos zancadas, se inclinó, sacó la daga del cinturón del sargento y le cortó la garganta.
-Ya está -dijo, enderezándose-. Ya está muerto. Déjalo.
Brianna comenzó a temblar. Oía alejarse los pasos de Bonnet mientras contemplaba el cuerpo de John Grey. Su vientre se contrajo y se quedó sin respiración.
«No. -Pensó en el niño que tenía en su interior-. No puedo dar a luz. No son contracciones. Ahora no tengo tiempo.» Dio unos pasos por el corredor y se detuvo. No, debía estar segura. Se volvió y se arrodilló ante el cuerpo de Grey. Estaba inmóvil y parecía muerto. Trató de darle la vuelta pero era demasiado pesado. Buscó el pulso en la garganta. ¿Dónde diablos estaba? Había visto a su madre hacerlo en urgencias; era más fácil de encontrar que en la muñeca, decía, pero no podía encontrarlo. ¿Cuánto tiempo faltaría para que todo aquello estallara?
Lo intentó una vez más y encontró un débil latido. Podía estar muriéndose, pero todavía vivía. Estaba demasiado asustada para sentir alivio. Ahora tenía que sacarlo también a él. Entonces recordó lo que había visto. Sí, podía tener razón. El techo era de ladrillo. Bonnet había dicho que estallaría... pero ¿sería así? La trementina ardía y, si estaba bajo presión, podía estallar, pero no como una bomba. Había pólvora, pero no explosivos de gran potencia. Ésta podía estallar en varios lugares e incendiar los barriles cercanos que arderían despacio. Había visto a Sinclair hacer barriles como aquellos. Los barriles se quemarían pero sin explotar y, si lo hacían, no sería al mismo tiempo. Su respiración se tranquilizó y se puso las manos sobre el vientre- Luego se sentó en el suelo.
-Creo que toda irá bien -susurró, no muy segura de si le hablaba a John, al niño o a ella misma.
Entonces se dedicó a atender a Grey. Oyó pasos, pero no venían de la escalera, sino del otro lado. Tras ella apareció Stephen Bonnet en la oscuridad.
-¡Corre! -gritó-. ¿Por qué no sales?
-Aquí es más seguro. -Levantó el mosquete que había dejado en el suelo-. Vete.
La contempló boquiabierto.
-¿Seguro? ¡Mujer, estás loca! ¿No has oído lo que ha dicho...?
-Sí, pero estaba equivocado. No explotará y, si sucede, aquí estaremos más seguros.
-¡Al diablo! Aunque no se caiga el sótano, ¿qué pasará cuando el fuego incendie el techo?
-No puede, es de ladrillo.
Lo miró con la barbilla erguida.
-Aquí sí, pero en la parte delantera es de madera. Se quemará y luego se desplomará. ¿Y qué pasará cuando entre el humo?
-¿No está abierto? ¿El sótano no está cerrado? ¿La otra puerta del corredor no está abierta?
Ya sabía la respuesta. Había corrido para aquel lado, no hacía las escaleras.
-¡Sí!¡Ahora ven!
Trató de cogerla del brazo, pero se apartó apuntándolo con el arma.
-No me voy sin él.
-¡Ese hombre está muerto!
-¡No! ¡Levántalo!
La furia y el asombro cruzaron por el rostro de Bonnet.
-¡Levántalo! -repitió con furia.
Muy lentamente, Bonnet levantó a John Grey y se lo cargó sobre los hombros.
-Vamos, entonces.
Y sin decir nada avanzó por la oscuridad llevando a Brianna tras él. Bonnet se movía bastante más rápido que ella; casi no podía seguirle.
-¡Mujer! ¡Brianna!
-¡Ya voy! -contestó, y se apresuró tambaleante.
Podía oler el humo.
Estaban debajo del muelle, pensó Brianna al ver el agua brillando sobre sus cabezas. Bonnet no se detuvo ni la soltó, la empujó hacia la hierba y el barro de la orilla hasta que se detuvo bajo unos árboles. Se, inclinó, deslizó el cuerpo de Grey en la tierra y se quedó en aquella posición hasta recuperar el aliento.
Brianna se dio cuenta de que podía ver claramente a los dos hombres. Se dio la vueltay y vio el depósito ardiendo y las llamas subiendo por las paredes. Sintió una mano en el hombro; al darse la vuelta se encontró con la cara de Bonnet.
-Tengo un barco esperándome río arriba. ¿Quieres venir conmigo?
Brianna negó con la cabeza. Todavía tenia el arma, pero ya no la necesitaba. Él ya no era una amenaza para ella.
-¿Es verdad? -preguntó bruscamente Bonnet.
Sin pedir permiso puso las manos sobre su vientre. Brianna se hizo a un lado y se cubrió con la capa. Asintió sin poder hablar. Le levantó la barbilla y la miró a la cara. Quizá para asegurarse de su sinceridad. Entonces la soltó y se metió un dedo en la boca para buscar algo. Le cogió la mano y le dejó algo húmedo y duro sobre la palma.
-Para que lo mantengas -dijo, y sonrió burlón-, ¡Cuídalo, cariño! Y desapareció como un demonio en medio del fuego. Levantó el mosquete con el dedo en el gatillo. No estaba a más de veinte metros, un blanco perfecto. «No por tu mano.»
Bajó el arma y lo dejó marchar.
Para vuestra tranquilidad, en cualquier caso, nunca más vuelve a aparecer y dudo que en la serie lo vuelva a hacer.
Así que aunque Roger no puede rescatar al sacerdote ni salvar su vida, hace lo único que puede: darle una muerte más rápida y menos dolorosa. Esta fue una secuencia desgarradora tanto de escribir como de rodar, ya que hay está cargada de emoción, no solo para Roger y el Padre Alexandre, sino también para Johiehon y Kaheroton. Para nosotros era importante mostrar lo que la muerte de Johiehon implicaba para Kaheroton, porque estaba enamorada de ella, pero la mujer Mohawk se une a su verdadero amor en el fuego y elige morir con él, en lugar de vivir sin él.
Al final, Roger paga por su decisión de ayudar al Padre porque vuelve a ser recapturado por los Mohawk, pero tomó la única decisión que pudo tomar, ya que esa es la clase de buena persona que es Roger y el motivo por el que todos le amamos.
YO: Como curiosidad, en el guión que está colgado en la web de Starz, Johiehon prácticamente lanza a la bebé a los brazos de Kaheroton justo antes de caminar al interior de la hoguera, y el Mohawk tiene que cogerla al vuelo.
Fuente capturas
En la web de Starz tienen además un vídeo que puedes ver, y más fotos. Aquí te dejo un par de ellas como ejemplo.
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Guión del episodio 4x12 de Outlander
Las curiosidades que nos deja Toni sobre el guión del episodio 4x12, Providence. Cambio del orden de escenas durante el proceso de edición, la química natural de dos de los actores, un fragmento del libro para comprara... Para saber más, tendrás que seguir leyendo ;)
- ORIGINAL SOURCE -
Agrediendo a Roger
Esta escena del “ritual” en la aldea de Mohawk fue escrita específicamente para este episodio. Pero cuando estábamos viendo el episodio 4x11 en la sala de edición, pensamos que estaría muy bien terminar el episodio 4x11 con el ritual, y dejar abierta la cuestión de si consigue superarlo o no. Por eso el episodio 4x12, Providence, comienza en el mismo momento: con Roger a mitad del ritual y además vemos que no ha logrado superar la prueba.Bonnet ha sido apresado
Otra decisión tomada durante la edición del episodio fue situar esta escena 7 a continuación de la escena 3, de modo que vemos que John Gray sigue a Brianna afuera directamente, para hablar sobre su decisión de visitar a Stephen Bonnet en la cárcel. Es un ejemplo de cómo la edición puede cambiar el ritmo de ciertas partes de un episodio. Lo que funciona en la página puede ser muy diferente una vez que lo ves en pantalla.Además, en el último episodio, vimos que John Gray le daba a Brianna una carta de su padre, pero Brianna no se decidió a leerla hasta el final del episodio. Ahora su contenido es revelado a Lord John Gray, y sirve para que Brianna le explique por qué debe ver a Stephen Bonnet.
La carta de Jamie a Brianna
Este es el primero de varios flashbacks. Decidimos que el contenido de la carta era más efectivo si lo escuchábamos en la voz de Jamie mientras mostrábamos varias escenas de Jamie y Claire en su viaje buscando a Roger. La carta fue pensada como continuación de la conversación que Jamie y Brianna tuvieron en el episodio 4x10, donde Brianna habla sobre vengarse de su violador y le pregunta a Jamie cómo lidió con su violación por parte de Black Jack Randall. En ese momento, pilló a su padre desprevenido, y nos gustó que Jamie no supiera exactamente qué responder. Pero fue una pregunta que se quedó con él y le hizo reflexionar. Por eso más tarde, preocupado de que su hija intente algún tipo de peligrosa venganza, le escribe esa carta, animándola a perdonar a su atacante y pidiendo que no arruine su vida cargando con la ira de su trauma.El bebé da patadas
Esta escena nos deja ver que Brianna está siguiendo el consejo de su padre y sabe que tiene que tratar de dejar atrás lo que pasó, por el bien de su bebé. Nos encantó este dulce momento con John Gray tocando la tripa de embarazada de Brianna. Fue conmovedor por muchas razones, entre las que destaca el hecho de que John Gray no experimentó el nacimiento de su hijo Willie, porque le adoptó a los seis años.Johiehon ofrece un regalo a Roger
Queríamos establecer un posible aliado para Roger en la aldea Mohawk, lo cual logramos al tiempo que dábamos a conocer a Johiehon. Y al mismo tiempo, también aporta dimensión al guerrero Mohawk, Kaheroton, que claramente siente algo por Johiehon, y trata de conectar con Roger. Desafortunadamente, debido a que Roger no conoce las costumbres de los Mohawk, la técnica no funciona tras su involuntario paso en falso.La amistad de Brianna y Lord John
"Es imposible no apreciarte" es una de nuestras frases favoritas. Somos muy fans de la amistad entre John Gray y Brianna, que en la serie está siendo representada más profundamente que en el libro. ¡Los actores tienen una química natural y esperamos escribir más escenas de los dos juntos!Roger y la historia del Padre Alexandre
Tuvimos muchas discusiones tuvo en la sala de guionistas sobre la historia del Padre Alexandre. Lo que nos preocupaba era que, aunque a los guionistas les encantó la historia del sacerdote en el libro, en la versión de televisión era difícil explorar una historia tan compleja para alguien que no es uno de nuestros personajes centrales. Por lo tanto, el desafío era mostrar la difícil situación del Padre Alexandre a través de la experiencia de Roger y explorar cómo la historia de Roger tiene puntos comunes con la del Padre Alexandre. ¿Qué es lo que Roger aprende de la situación del sacerdote? La última frase de la escena en la que el padre Alexandre dice que está preso porque "se enamoró", es donde comenzamos a mostrar a la audiencia que el motivo por el que ambos hombres se encuentran en las situaciones que se encuentran, es en parte debido a los asuntos del corazón.Outlander es una historia épica, y es emocionante escribir en una serie tan grande con decorados y vestuarios fabulosos, multitud de actores y lugares increíbles. Pero la verdadera emoción de un escritor es escribir este tipo de escenas: dos personas en una habitación, simplemente hablando. Escribir para el padre Alexandre y Roger fue casi como escribir una obra de teatro: un diálogo en bruto, cargado de emociones, que llega al corazón de dos personajes que han llevado vidas muy diferentes y, sin embargo, encuentran niveles emocionales en los que pueden conectar. Las palabras del padre Alexandre encuentran un fuerte eco en Roger y su propia situación cuando el sacerdote describe cómo no puede dejar de lado su amor por cierta mujer, a pesar de todos los obstáculos en el camino y lo inconveniente que es.
Fergus y Marsali
Cuando Marsali descubre que Fergus está a punto de embarcarse en una peligrosa misión, sabíamos que lo que la audiencia esperaba era que Marsali le implorara que no se pusiera a él mismo ni a su familia en peligro. Sin embargo, nuestra intención siempre fue darle la vuelta a esta expectativa y mostrar que Marsali, que es una mujer bastante fuerte, apoyaría a su esposo e insistiría en ser parte en su plan. Aparte de su preocupación por Murtagh, también desea ser un equipo con su esposo. Es un guiño al episodio 3x13, cuando Fergus necesitó suarse a otra peligrosa misión y Marsali le dijo: "Soy tu esposa, voy contigo".El castigo del Padre Alexandre
Nos gustó que pidiera a Roger una oración, y como el hijo del pastor recurre a su infancia en busca de inspiración, para poder acceder a su lado espiritual y consolar al Padre Alexandre. También queríamos escuchar la descripción de boca del Padre de los castigos infligidos en la hoguera, para que más tarde en el episodio, Roger sepa exactamente por lo que está pasando el sacerdote, lo que determina su decisión de regresar e intentar ayudarle.Cuando esto sucede, Roger tiene un monólogo que los guionistas llamamos "El discurso idiota". Aquí es justo donde vemos cómo la historia del padre Alexandre le ha afectado y su lucha interna respecto a sus sentimientos y su relación con Brianna y los obstáculos que ha tenido que superar. Richard Rankin hizo un trabajo fenomenal en una de sus mejores actuaciones de la serie hasta ahora. Un guionista rara vez tiene la oportunidad de escribir un discurso de esta longitud en televisión, y esta es una de las alegrías de escribir para Outlander.
La visita de Brianna a Bonnet
Esta escena en la que Brianna visita Bonnet fue una de las más debatidas de la temporada en la sala de guionistas. Al estructurar la historia, hubo muchas opiniones diferentes sobre las motivaciones de Bonnet y hasta dónde debería llegar Brianna en su intento de "perdonar a Bonnet". Nos preguntamos si debería ir tan lejos como para regalarle con el conocimiento de que va a tener un hijo. Incluso hablamos de una versión en la que Bree no le perdona y va allí simplemente para desahogarse y soltar su ira por lo que le hizo.Al final, nos decidimos por una versión cercana a la del libro, pero agregamos el hecho de que Bonnet no se muestra conmovido o agradecido por el perdón que Brianna le ofrece, si no que incluso se burla de ella. Por eso Brianna se da la vuelta en medio de la escena y carga contra él con sus palabras, dejándose llevar por la ira que siente, haciéndole saber que sin duda pagará un alto precio por lo que ha hecho y que además el niño nunca sabrá de su existencia.
Se dedicó mucha tiempo a discutir las palabras finales de Stephen Bonnet, y si realmente se conmueve con lo que Brianna le dice. Y la parte del llavero, que se cae al suelo durante el caos de la huida de Murtagh, está pensado para plantar la duda de si Stephen Bonnet escapa o no de la explosión de la cárcel.
La explosión de la prisión
En el libro, la explosión de la cárcel es una historia mucho más complicada que en la serie tuvimos que simplificar. En parte por tiempo y en parte porque Murtagh está vivo en la versión televisiva y queríamos encajar la historia de su rescate por parte de los reguladores con la visita de Brianna a Bonnet.YO: Aquí os dejo la parte final de la escena, tal como sucede en el libro. Como siempre, os recomiendo encarecidamente que os leáis los libros. Por muy bien que esté la serie (que para mí lo está) es como comparar una tele a color de hace 30 años con realidad virtual). Bueno, a lo que iba, Brianna y Bonnet en Tambores de Otoño:
-¿Qué has dicho? – preguntó Brianna.
-¡Dije que no podemos perder el tiempo! ¿No le has oído decir que las mechas estaban encendidas? —preguntó Bonnet con impaciencia.
-¿Qué mechas?
Vio su mirada y se colocó ante la puerta impidiéndole el paso. El hombre dio un paso atrás y chocó con el banco.
-¿No pensarás matarme?
Bonnet trató de sonreír, pero el pánico asomó a sus ojos. Ella había dicho que descansaría más tranquila después de su muerte.
«La libertad es difícil de conseguir, pero no es fruto del asesinato.» Ahora tenía la libertad en sus manos y no iba a perderla por él.
-No -dijo, sujetando el arma firmemente-, Pero te dispararé en las rodillas y te dejaré aquí si no me dices ahora mismo qué diablos pasa.
Bonnet observó el arma. Si apretaba el gatillo no fallaría. Se encogió de hombros.
-El depósito de arriba está lleno de pólvora -dijo, hablando rápidamente-. No sé cuándo, pero estallará. ¡Salgamos de aquí!
-¿Por qué? -Le sudaban las manos, pero sujetaba el arma con fuerza. El niño se movía para recordarle que ella tampoco tenía mucho tiempo. Pero podía arriesgar un minuto para saber la verdad, por la memoria de John Grey, que estaba tirado en el pasillo-. ¡Mató a un buen hombre y quiero saber por qué!
-¡Contrabando! El sargento y yo éramos socios. Yo le traía productos de contrabando mucho más baratos y él les ponía el sello de la Corona. Casi bailaba de impaciencia.
-Sigue hablando.
-Un soldado, el guardia, estaba haciendo demasiadas preguntas. Murchison no sabía si se lo había contado a alguien, pero no era prudente esperar, menos aún después de que me apresaran. El sargento sacó los barriles de licor y los sustituyó por oíros de trementina. Al incendiarse, nadie podrá decir que no era brandy. Eso es todo. ¡Ahora, déjame salir!
-Muy bien. -Bajó el arma sin dejar de apuntarle-. ¿Y qué pasa con él?
Hizo un gesto hacia el sargento Murchison que comenzaba a despertarse.
-¿Qué pasa con él?
La miró inexpresivo.
-¿No lo vas a llevar contigo?
-No. Mujer, déjame ir y vete tú también. ¡Va a estallar todo!
-¡Pero está vivo! ¡No podemos dejarlo aquí!
Bonnet la miró con exasperación; cruzó la habitación en dos zancadas, se inclinó, sacó la daga del cinturón del sargento y le cortó la garganta.
-Ya está -dijo, enderezándose-. Ya está muerto. Déjalo.
Brianna comenzó a temblar. Oía alejarse los pasos de Bonnet mientras contemplaba el cuerpo de John Grey. Su vientre se contrajo y se quedó sin respiración.
«No. -Pensó en el niño que tenía en su interior-. No puedo dar a luz. No son contracciones. Ahora no tengo tiempo.» Dio unos pasos por el corredor y se detuvo. No, debía estar segura. Se volvió y se arrodilló ante el cuerpo de Grey. Estaba inmóvil y parecía muerto. Trató de darle la vuelta pero era demasiado pesado. Buscó el pulso en la garganta. ¿Dónde diablos estaba? Había visto a su madre hacerlo en urgencias; era más fácil de encontrar que en la muñeca, decía, pero no podía encontrarlo. ¿Cuánto tiempo faltaría para que todo aquello estallara?
Lo intentó una vez más y encontró un débil latido. Podía estar muriéndose, pero todavía vivía. Estaba demasiado asustada para sentir alivio. Ahora tenía que sacarlo también a él. Entonces recordó lo que había visto. Sí, podía tener razón. El techo era de ladrillo. Bonnet había dicho que estallaría... pero ¿sería así? La trementina ardía y, si estaba bajo presión, podía estallar, pero no como una bomba. Había pólvora, pero no explosivos de gran potencia. Ésta podía estallar en varios lugares e incendiar los barriles cercanos que arderían despacio. Había visto a Sinclair hacer barriles como aquellos. Los barriles se quemarían pero sin explotar y, si lo hacían, no sería al mismo tiempo. Su respiración se tranquilizó y se puso las manos sobre el vientre- Luego se sentó en el suelo.
-Creo que toda irá bien -susurró, no muy segura de si le hablaba a John, al niño o a ella misma.
Entonces se dedicó a atender a Grey. Oyó pasos, pero no venían de la escalera, sino del otro lado. Tras ella apareció Stephen Bonnet en la oscuridad.
-¡Corre! -gritó-. ¿Por qué no sales?
-Aquí es más seguro. -Levantó el mosquete que había dejado en el suelo-. Vete.
La contempló boquiabierto.
-¿Seguro? ¡Mujer, estás loca! ¿No has oído lo que ha dicho...?
-Sí, pero estaba equivocado. No explotará y, si sucede, aquí estaremos más seguros.
-¡Al diablo! Aunque no se caiga el sótano, ¿qué pasará cuando el fuego incendie el techo?
-No puede, es de ladrillo.
Lo miró con la barbilla erguida.
-Aquí sí, pero en la parte delantera es de madera. Se quemará y luego se desplomará. ¿Y qué pasará cuando entre el humo?
-¿No está abierto? ¿El sótano no está cerrado? ¿La otra puerta del corredor no está abierta?
Ya sabía la respuesta. Había corrido para aquel lado, no hacía las escaleras.
-¡Sí!¡Ahora ven!
Trató de cogerla del brazo, pero se apartó apuntándolo con el arma.
-No me voy sin él.
-¡Ese hombre está muerto!
-¡No! ¡Levántalo!
La furia y el asombro cruzaron por el rostro de Bonnet.
-¡Levántalo! -repitió con furia.
Muy lentamente, Bonnet levantó a John Grey y se lo cargó sobre los hombros.
-Vamos, entonces.
Y sin decir nada avanzó por la oscuridad llevando a Brianna tras él. Bonnet se movía bastante más rápido que ella; casi no podía seguirle.
-¡Mujer! ¡Brianna!
-¡Ya voy! -contestó, y se apresuró tambaleante.
Podía oler el humo.
Estaban debajo del muelle, pensó Brianna al ver el agua brillando sobre sus cabezas. Bonnet no se detuvo ni la soltó, la empujó hacia la hierba y el barro de la orilla hasta que se detuvo bajo unos árboles. Se, inclinó, deslizó el cuerpo de Grey en la tierra y se quedó en aquella posición hasta recuperar el aliento.
Brianna se dio cuenta de que podía ver claramente a los dos hombres. Se dio la vueltay y vio el depósito ardiendo y las llamas subiendo por las paredes. Sintió una mano en el hombro; al darse la vuelta se encontró con la cara de Bonnet.
-Tengo un barco esperándome río arriba. ¿Quieres venir conmigo?
Brianna negó con la cabeza. Todavía tenia el arma, pero ya no la necesitaba. Él ya no era una amenaza para ella.
-¿Es verdad? -preguntó bruscamente Bonnet.
Sin pedir permiso puso las manos sobre su vientre. Brianna se hizo a un lado y se cubrió con la capa. Asintió sin poder hablar. Le levantó la barbilla y la miró a la cara. Quizá para asegurarse de su sinceridad. Entonces la soltó y se metió un dedo en la boca para buscar algo. Le cogió la mano y le dejó algo húmedo y duro sobre la palma.
-Para que lo mantengas -dijo, y sonrió burlón-, ¡Cuídalo, cariño! Y desapareció como un demonio en medio del fuego. Levantó el mosquete con el dedo en el gatillo. No estaba a más de veinte metros, un blanco perfecto. «No por tu mano.»
Bajó el arma y lo dejó marchar.
Para vuestra tranquilidad, en cualquier caso, nunca más vuelve a aparecer y dudo que en la serie lo vuelva a hacer.
Roger es un idiota. Otra vez
Este es un guiño al "discurso idiota" de Roger, quien trata de convencerse para no "ser un idiota, otra vez". Aunque consigue escapar, el personaje de Roger tiene demasiado honor y corazón como para dejar que un hombre sufra, por lo que toma la única decisión que puede: regresar y tratar de ayudar al Padre Alexandre.Así que aunque Roger no puede rescatar al sacerdote ni salvar su vida, hace lo único que puede: darle una muerte más rápida y menos dolorosa. Esta fue una secuencia desgarradora tanto de escribir como de rodar, ya que hay está cargada de emoción, no solo para Roger y el Padre Alexandre, sino también para Johiehon y Kaheroton. Para nosotros era importante mostrar lo que la muerte de Johiehon implicaba para Kaheroton, porque estaba enamorada de ella, pero la mujer Mohawk se une a su verdadero amor en el fuego y elige morir con él, en lugar de vivir sin él.
Al final, Roger paga por su decisión de ayudar al Padre porque vuelve a ser recapturado por los Mohawk, pero tomó la única decisión que pudo tomar, ya que esa es la clase de buena persona que es Roger y el motivo por el que todos le amamos.
YO: Como curiosidad, en el guión que está colgado en la web de Starz, Johiehon prácticamente lanza a la bebé a los brazos de Kaheroton justo antes de caminar al interior de la hoguera, y el Mohawk tiene que cogerla al vuelo.
Fuente capturas
Roger y la escena de su llegada a la aldea Mohawk
Richard Rankin y dos de los principales actores que interpretan/representan a los guerreros Mohawk hablan sobre cómo fue rodar la escena de “bienvenida” de Roger a la aldea india.
El vestuario de los Mohawk
En la web de Starz tienen además un vídeo que puedes ver, y más fotos. Aquí te dejo un par de ellas como ejemplo.
Para estar informado al minuto de todo lo que sucede en el mundo Outlander, no te olvides de seguir a @OutlanderSpain, el Twitter del blog, y nuestro Facebook
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